“Nuestra Patria es
de todos; amémosla”
Nuestra
Patria
El lugar donde
nacimos
Es nuestra
patria querida,
El rostro de
nuestra madre
Y causa de
nuestra vida.
Son los países
y selvas,
El verdor de
nuestros llanos
Y el agua de
nuestra tierra,
Sostén de los
colombianos.
Nuestra patria
es la familia,
El río y el
manantial,
La bandera y
el escudo
Y el gran
himno nacional.
La patria son
los ancianos,
La alegría de
la infancia,
La calidez
femenina,
El éxito y la constancia.
Todos debemos
amar,
Con infinita
emoción,
A nuestra
patria gloriosa,
Orgullo de la nación.
“Los
Símbolos Patrios, merecen respeto porque son orgullo de nuestra nación”
Símbolos
Patrios
Los Símbolos colombianos,
Orgullo de la
nación,
Siempre serán
venerados
Por cada
generación.
La bandera de
la patria,
De gran
significación,
Nos alegra y
fortalece
Y nos llena de
emoción.
Unidos los
tres colores,
Amarillo, azul
y rojo,
Nos ofrecen
mil riquezas,
Bello cielo y
gran arrojo.
Nuestro Escudo
Nacional,
Insignia de
gran poder,
Nos protege,
nos defiende
Y nos impulsa
a vencer.
Pletóricos de
entusiasmo
Y con sublime
emoción,
Interpretemos
el Himno
De nuestra
amada nación.
“La Familia es el cobijo amoroso donde brilla la armonía”
La Familia
El hogar es un
refugio
Que brinda
tranquilidad,
Es el amor de
la madre
Que nos cuida
con bondad.
Es la
autoridad del padre,
Que nos impide
pecar
Y nos señala
el sendero
Que nos
impulsa a triunfar.
El matrimonio
es amor;
Es gran fuente
de energía;
Es fortaleza
de espíritu
Donde brilla
la armonía.
El amor por la
familia
No tiene
limitaciones;
Es tan fúlgido
y grandioso,
Que no admite
discusiones.
Dios bendice a
las familias
Que cumplen
con su deber;
Las auxilia y
les promete
Mil dones para
vencer.
“Nuestros
Padres son un tesoro invaluable”
Nuestros
Padres
El Dios de la
humanidad
A los padres
ordenó
Conducir a sus
hijitos,
Según las
normas que Él dio.
Los padres son
un tesoro
De incalculable
valor,
Que inunda los
corazones
De fortaleza y
amor.
El amor de
nuestros padres
Es cristalino
y sincero,
Debemos
corresponder
Con gran
afecto y esmero.
Con inmensa
gratitud
Y gran
solidaridad,
Tratemos a
nuestros padres,
Forjadores de
bondad.
Debemos
reconocer
Esta suprema
verdad:
El amor de
nuestro Dios
Es de infinita
bondad.
“Como
Hijos, brindemos a nuestros Padres, tributo de admiración”
Como
Hijos
Honremos a
nuestros padres,
No los hagamos
sufrir,
Recordemos que
son ellos
Los que nos
hacen vivir.
Su acrisolada
virtud,
Su amor
incondicional
Y su magnífico
ejemplo
Son orgullo
nacional.
Con inmensa
gratitud
Y gran
solidaridad,
Amemos a
nuestros padres
Con emoción y
verdad.
Somos a veces
ingratos;
No valoramos
su amor,
Sin embargo
nos perdonan
Con sinceridad
y ardor.
Los buenos
hijos acatan,
Para dicha del
hogar,
Las órdenes de
los padres
A quienes
deben amar.
“La Sociedad , es unión de
fuerzas cooperantes, que velan por el progreso de una comunidad, un pueblo o
una nación”
La sociedad
nos requiere,
Es triste la
soledad;
Busquemos
siempre el progreso
De nuestra
digna ciudad.
Mi compañera
de baile
Es muy bella y
atractiva;
Le propuse
matrimonio
Y me dio la
negativa.
Si alguna
mujer hermosa
Quiere
conseguir esposo,
Acepte mi gran
propuesta
De matrimonio
y reposo.
Velemos por el
progreso
De nuestra
amada nación;
La comunidad
exige
Nuestra gran
cooperación.
Unidos
alcanzaremos,
Para la noble
nación,
Esplendorosa
victoria
Que nos llena
de emoción.
“El
Ciudadano es la persona sensata y prudente, para intervenir en asuntos políticos, sociales, religiosos y
económicos de su comunidad”
El
Ciudadano
Con encendido
entusiasmo
Y pura
sinceridad,
El honrado
ciudadano
Busca siempre
la verdad.
Por sus
virtudes y vicios,
La patria
premia o castiga;
Por sus
glorias y baldones,
La patria
honra o fustiga.
El Poder
Legislativo,
Con leyes de
la nación,
Garantiza sus
derechos
Y cumple con
su misión.
El niño no es
ciudadano;
Ni tiene su
madurez
Intelectual y
moral,
Para actuar
con sensatez.
El futuro de
la patria
Depende del
ciudadano;
Si actúa con
propiedad,
Su esfuerzo no
será vano.
“El
Sacerdote como Ministro de Dios, nos asiste en lo espiritual, en lo moral y en
lo social”
El
Sacerdote
“Lo que se
atare en la tierra,
Atado será en
el cielo;
Lo desatado en
la tierra,
También lo
será en el cielo”.
El sacerdote
conduce,
Con su nobleza
y acción,
A todos los
feligreses
Que anhelan su
salvación.
Todos tenemos
derecho,
Por divina
decisión,
A confesar los
pecados
Para buscar el
perdón.
El respeto al
sacerdote,
Por su
plausible labor,
Lo impone
nuestra conciencia
Que es de
justicia y honor.
Al Señor y al
sacerdote
Debemos
agradecer,
Su generosa
acogida
Que nos ayuda
a vencer.
“Valoremos
el trabajo del Educador porque
él
conduce con sublime dignidad”
El
Educador
Con encendido
entusiasmo
El insigne
educador
A sus alumnos
prepara,
Para un futuro
mejor.
Merece nuestra
acogida
Su luminosa
labor,
Que ejerce con
dignidad,
Perseverancia
y honor.
Es también la
educadora
Una mujer
ejemplar,
Que a sus
alumnos aprecia
Y los invita a
triunfar.
La juventud no
valora
Al insigne
educador,
Que
dedica todo el tiempo
A trabajar con
ardor.
La educadora conduce,
Con cristalina
verdad,
Para que
aprendan los niños
A vivir con
dignidad.
“Los
niños son inocentes y se les debe proporcionar educación con admirable
franqueza”
Los niños son
inocentes
Los niños son
inocentes,
Busquemos su
protección;
Debemos
proporcionarles
Una buena
educación.
Preciosa edad
es la infancia
Sencilla,
inocente y pura,
En donde el
niño requiere
Confianza, paz
y ternura.
Cada vida es
un misterio,
Es la sincera
verdad;
Descubrimos en
la infancia
Sorpresas de
ingenuidad.
Los niños son
la esperanza
De nuestra
patria futura;
Es necesario
educarlos
Con excelente
finura.
Los niños son
un tesoro,
Que es
necesario cuidar
Con dignidad y
justicia,
Para que
puedan actuar.
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